Los primeros navegadores MOSAIC y Netscape ofrecieron a los diseñadores la posibilidad de incluir imágenes en las páginas web, así fue como nació la etiqueta <img>.

El W3C opino al respecto y fue en contra de esta iniciativa, ellos promovían el uso de la etiqueta <object> para cualquier elemento (objeto) multimedia.

Posteriormente al elemento IMG llego la tecnológica Future Splas (lo que hoy conocemos como Flash) y varios soportes de vídeo (Quicktime, Real, etc).

Fue entonces cuando la W3C volvió a plantear el uso del elemento OBJECT, pero Netscape hizo oídos sordos y retomo la guerra de los navegadores (ahora contra Internet Explorer) y se saco de la manga el elemento EMBED.

La W3C decía:

  • Para incrustar imágenes, usar <object>
  • Para incrustar flash, usar <object>
  • Para incrustar vídeo, usar <object>

La verdad es que suena más lógico el planteamiento del W3C, pero en la realidad el elemento IMG, EMBED y diferentes soporte propietarios ya se había propagado a millones de sitios web impulsados por diseñadores web ávidos de hacer una red mucho más estética y multimedia (y con razón).

Al final las recomendaciones de la W3C eran totalmente ignoradas, pero esta siguió su ritmo con paso firme, haciendo que las especificaciones no contemplasen el elemento EMBED y que los documentos web en su versión HTML 3.2 (o superior) y XHTML no puedan ser validados correctamente si incluyen este elemento.

Ahora años después y pensándolo en frió, el uso del elemento EMBED carece de sentido. Es un elemento propietario, esta desaconsejado por la W3C y hasta su nacimiento fue absurdo.

Por otro lado no comprendo la razón que tienen buenas plataformas de blogs como WordPress para presentar el elemento EMBED en sus códigos (¿compatibilidad inversa? a estas alturas…). Por suerte contamos con varias técnicas para incrustar vídeo y seguir validando en XHTML.

Por último recordar que también existe el elemento NOEMBED que se encarga de proporcionar un contenido alternativo y accesible a EMBED.