Recuerdan las páginas de error que ponían los navegadores con su mítico (404 – Not found).
Este tipo de páginas presentaban «problemas» para la usabilidad.
- Supongamos que hay un enlace roto en el sitio web.
- El usuario acude a dicho enlace.
- De repente el navegador nos muestra «sin ninguna piedad»: 404 – Not found.
El usuario de «nivel bajo» supongo que podría pensar
- Se ha estropeado internet.
- Voy a llamar al técnico que no me arreglo bien el ordenador.
- Me ha entrado algo extraño en el ordenador.
El usuario de «nivel medio» igual piensa
- Vale, entendido, no hay datos. ¿Y ahora donde tengo que ir?
- Doy actualizar que seguro que al refrescar funciona.
- Bueno anda, pues entonces voy a «ir atrás» en el navegador.
El usuario cuando visita un sitio web, se mete de lleno en ese mundo, de una forma casi subconsciente. Es normal que el usuario se sobresalte cuando de repente aparece otra web en blanco, con letras negras y un mensaje en otro idioma.
Exagerándolo un poco me imagino que puede ser como tirar un cubo de agua helada a alguien que esta durmiendo.
Los navegadores evolucionan
Afortunadamente los navegadores se dieron cuenta de esto (muchísimo antes que yo) y poco a poco las páginas de error fueron evolucionando.
Páginas de error dentro del sitio web
A continuación ya empezaron a ponerse de moda las páginas de error dentro del sitio, algo formidable porque sigues en la web (con sus colores, sus dibujos, sus secciones de navegación, etc). Esto ya fue como ser despertado del sueño pero con leves caricias.
Páginas de error personalizadas
El problema es que se sigue despertando a la gente mientras sueña, por eso con el tiempo la usabilidad ha enseñado que además de mostrar el error en el propio sitio web, este sea personalizado incorporando: la causa del error, posibles soluciones, enlaces relacionados, otros resultados populares, alternativas etc.
Conclusión
Lo que se debe intentar es no despertar al personal, sino dejarlo seguir soñando (dentro de la web) hasta que se canse.