Ser un consultor de usabilidad puede ser un trabajo muy enriquecedor, y si se trabaja para proyectos y gente que resulte interesante, la satisfacción será más gratificante si cabe.
El consultor de usabilidad opinará sobre aquellos aspectos que puedan ser mejorables, todo con el fin de llevar la usabilidad a un determinado proyecto, haciendo que este sea lo mas claro y evidente posible incrementando la facilidad de uso de una determinada aplicación.
La parte mala
El problema llega cuando ha de exponer a:
- Los diseñadores gráficos: Que la interfaz debería de tener botones mas evidentes y menos «artísticos».
- Desarrolladores: Que después de hacer un login, resulta incomodo tener que elegir en una sección, un perfil (empresa, particular, proveedor), cuando el propio login ya aporta quien es cada cual pudiéndole llevar directamente a su sección.
- Al propio cliente: Que esa animación en flash como entrada (con su «saltar intro»), acabará por cansarle y minando la paciencia de quienes visiten una y otra vez su sitio Web.
Estos son algunos de los muchos ejemplos (muy resumidos) que se pueden encontrar.
Bien es cierto que todo depende del proyecto y de un montón de variables, pero al final la balanza no debe estar del lado de los: diseñadores, desarrolladores, cliente ó consultor de usabilidad. La balanza debe decantarse en favor de los usuarios, puesto que serán ellos los que aporten el valor al sitio Web.
Por otro lado, no es fácil la tarea de opinar para un consultor de usabilidad, siempre enfrentándose con las mismas batallas una y otra vez, pero es ahí donde un buen consultor, con sus argumentaciones, sabrá abrir bien los ojos al resto del equipo.
Y una auto-critica hacia España
Por si fuera poco, en España (es una opinión personal), creo que muchos profesionales se toman las opiniones (siempre que sean constructivas y realizadas de forma educada) de una forma ofensiva, como un ataque directo al trabajo. Esto lo único que hace es atrasarnos frente a otros. Debemos aprender todos de todos, cada profesional siempre tiene algo que aportar que el resto no aporta, saber valorar y no interpretar ofensivamente esa aportación nos hace avanzar a todos.