Mira que de pequeño he llegado a llorar con la derrota del Barça. Hace poco he saltado frenético al terreno de juego del molinón tras pitarse el final del encuentro que da paso a un Real Sporting de Gijón en primera división.

Pero lo que he vivido con la selección española durante todo la etapa de clasificación y luego en la eurocopa, ha sido algo indescriptible, emocionante, no tengo palabras. Siempre me había volcado con la selección española, pero esta vez fue diferente.

La selección de baloncesto nos enseño el camino y la de fútbol acabo por fin encontrándolo.

Nunca en mi vida había sentido tanto unos colores, había gritado, saltado y abrazado a tanta gente desconocida.

El otro día vi en la prensa deportiva una foto que llamo gratamente mi atención, había un chico con la camiseta del barça y una bufanda española alzada, justo al lado había otro chico con la bandera del real madrid y la camiseta de la selección española, también banderas asturianas.

Díganme si esto no es bonito y a la vez grandioso. Pocas veces me he sentido tan asturiano y a la vez tan orgulloso de ser ESPAÑOL como viendo esa imagen. A mi parecer el fútbol ha dado una lección a muchos políticos.

Lo que el fútbol ha unido que no lo separe nadie…